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sábado, 1 de enero de 2011

Otra vuelta

Sí, es posible, el sol ha visto a la tierra dar su millonésima vuelta, sí, es posible, nuestra ínfima existencia se ve contrastada por la regularidad de la órbita... Otra vuelta... Otra vuelta... La famosa "esperanza" de vida es una medición estadística sobre cuántas vueltas puede dar un individuo cualquiera... 80 en los países desarrollados, y de los setenta para abajo en estas tierras desesperadas, el hecho, es que la idea no me da precisamente esperanza, me da un poco de flojera triste, de tedio desganado, spleen si quisiera verme más interesante. Otra vuelta... Otra vuelta... Hola ¿con qué sonidos se refieren a ti los miembros de tu especie? ¿Cuántas vueltas ha dado la tierra alrededor del sol desde que saliste del útero de tu madre?... Supongo que ya con ganas de que se vean medio tediosas las cosas todo es posible. En cambio ¿cuántos inviernos han visto tus ojos... Cuántas primaveras?...

¿Quién eres tu para decirme _________? Pues ¿quién eres tú para preguntarme? No, no, yo pregunte primero ¿Y quién eres tú para preguntar primero? Pues ¿quién eres tu para preguntarme?

El mundo del hombre está sostenido por frágiles engaños.

El engaño básico del hombre es el concepto de engaño, presupone una verdad.

Toda verdad es convencional.

Toda mentira es convencional.

Todo lenguaje es convencional.

El lenguaje es un instrumento ideal para referirnos a las cosas, que no conocemos, es un instrumento tan sofisticado que hemos llegado a la conclusión de que el mundo (aquéllo que pudiera ser exterior a nuestro lenguaje y experiencia) no existe necesariamente y que de hecho es incognoscible
Desde la depresión las felicidades parecen engaños, ilusiones sospechosas. Y desde la felicidad la depresión parece un estado estúpido, creativo, pero terriblemente estúpido.

Desde la depresión la depresión duele, pero también parece dolorosamente honesta. Desde la felicidad no puede decirse mucho sobre la felicidad (la reflexión es intrínsecamente depresiva) pero a veces el universo parece tener sentido.

La duda duele.

¿La duda existe?

Ooootra vuelta... Otra vuelta... Otra vuelta.

1 comentario:

  1. ¿Y quién eres tú para dudar? Lo mejor de la respuesta a esta pregunta es que es el inicio para dar respuesta a las demás. O qué, ¿te atreves a dudarlo? Otraaa vueeelta oootra vueeeelta.

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